Gamification como una disciplina del diseño

En Empathy, trabajamos Behavioural Design y Gamification como disciplinas para entender por qué las personas toman decisiones y cómo podríamos ayudarlos, a través de un código ético, a hacerlo de una mejor manera. De este mismo modo, desarrollamos intervenciones en la experiencia de los usuarios, donde la gamificación cumple un rol muy importante, pues permite trabajar y diseñar estrategias de aprendizaje y retroalimentación en la interacción con productos o servicios específicos. 

 

Pero ¿cómo podemos entender el rol de la gamificación en el diseño estratégico?, para esto vamos a hablar con un experto en el tema. Su nombre es Javier Velásquez, es diseñador de juegos y fundador de dos empresas del sector: Azahar, una empresa que fundó hace más de ocho años, la cual diseña juegos de mesa, y Free To Play, un laboratorio de gamificación y motivación humana. Javier entiende la gamificación de la siguiente manera: 

 

“La gamificación significativa se centra en el principio de que el juego es un sistema de aprendizaje, de modo que el jugador que entra en un proceso de gamificación debería salir del juego mejor de cómo entró”.

 

La gamificación significativa, como menciona Javier, hace referencia al propósito que tiene la ludificación: promover el aprendizaje de las personas con respecto a un comportamiento específico. Esto puede ser: desarrollar una habilidad, entender un proceso, adquirir un servicio, cumplir una meta o sentirse mejor persona. Pero aquello que le da el apellido de significativo, es que ese proceso de aprendizaje sea una ganancia para el jugador o usuario y no solo interés de una empresa en específico.

 

Lo que hace que algo sea gamificación es que se puedan reconocer algunos parámetros de diseño que se usan en los juegos para crear metas y llevar a las personas a lograrlas a través de un objetivo lúdico. Si un sistema te lleva a obtener medallas o recompensas sin objetivos detrás, no es gamificación, o al menos no significativa. 

 

Para Javier, la gamificación puede entenderse en tres niveles principales:

 

  • En el nivel básico, gamification es el uso de mecanismos, mecánicas y elementos de juego en contextos que no son lúdicos, en contextos serios. Por ejemplo, mejorar procesos, generar procesos de aprendizaje, marketing, entre otros aspectos que normalmente no se asocian con el juego.

 

  • El nivel dos, gamification es una herramienta que consiste en utilizar sistema de pensamiento lúdico para resolver problemas o retos serios, generalmente asociados a temas de motivación. Por ejemplo: ¿cómo motivar, cómo generar cambio o aprendizaje? 

 

  • En el nivel tres, gamification es una disciplina de diseño, en este caso diseño de juegos, donde el diseñador se encarga de aprender del juego para usarlo en otros servicios y se basa en conocimientos de economía conductual, psicología atencional y pensamiento sistémico. 

 

Estos niveles hacen alusión al nivel de conocimiento que un diseñador de juego o gamificador tiene para desarrollar estrategias con significado. Es por esto que en el último nivel, el más complejo, se busca obtener ciertos conocimientos y habilidades para diseñar una arquitectura de decisión a través de herramientas lúdicas. 

 

En la gamificación, entendida como una disciplina de diseño, es donde se encuentran otras maneras para generar cambio, en este caso a través del aprendizaje. Javier mencionó que, “para que se genere el proceso de aprendizaje, lo primero que se necesita es ampliar el espectro de decisión y darle a los jugadores la posibilidad de hacer muchas cosas, inclusive la posibilidad de equivocarse. El juego funciona desde un escenario de incertidumbre y a través de la retroalimentación, el cerebro empieza a evaluar la mejor forma de resolver los problemas”. 

 

En ese sentido, la gamificación permite que el usuario llegue a sus conclusiones a través de ensayo y error, es decir, que el cambio sea intrínseco y no sea el ambiente cambiando la conducta de las personas. Que lo que verdaderamente hace que se genere el proceso de aprendizaje sea el usuario con su libertad de decisión y autonomía, entendiendo los retos e intentando buscar soluciones a estos. Los resultados en gamificación pueden ser más lentos, pero son más permanentes. 

 

Por último, Javier Velásquez nos comparte un paso a paso de su proceso de diseño que tiene como marco metodológico el Modelo BEM (Behavioural Experiential Meaningful), del cual es autor. Este propone unos motivadores adicionales a los que las demás metodologías incluyen, los cuales son: hedonismo, eficiencia y productividad, entendiendo que los seres humanos somos optimizadores y buscamos el placer o satisfacción en las cosas que realizamos. 

1. Define los motivadores que movilizan a tus usuarios

 

Lo primero dentro del proceso de diseño es entender el objetivo del cliente en realizar un cambio de su producto, servicio, experiencia o proceso, y pasarlo por el lente de cada motivador, es decir, por qué esto es importante para un usuario que se mueve por el motivador de maestría, o para otro que se mueve por identidad, así con cada uno de ellos. En este primer paso lo que se pretende es buscar los objetivos que pueden hacer que las personas se movilicen hacia el comportamiento que se quiere lograr. 

 

2. Transforma los motivadores en objetivos de juego 

 

Lo segundo, es convertir esos motivadores en objetivos de juego. Esto se hace aclarando al jugador o usuario lo que debe realizar o lo que se pretende que haga en el juego (servicio o producto). Por ejemplo, si un juego dice que hay ocho medallas, y el usuario lleva recolectadas cinco, entonces eso hace que de alguna manera quiere ganarlas todas. Es indicarle el proceso que debe seguir. 

 

3. Crea ciclos de retroalimentación

 

Y el tercer paso, es trabajar los ciclos de retroalimentación, que es lo que hace que una acción genere motivación en el usuario para repetirla una y otra vez. Todos los ciclos de retroalimentación mantienen al usuario conectado, tanto como se pueda, hasta que la persona, con sus habilidades, conocimientos y toma de decisiones, sostenga el comportamiento que aprendió durante el juego. 

 

Cada uno de los sistemas de juego que se crean en gamification tiene un significado que se construye para generar aprendizaje y llevar al usuario a entender cómo esa mecánica de juego modela su manera de vivir. De esta manera es también una herramienta de diseño para motivar y movilizar a las personas a conseguir aquello que desean con relación a un producto o servicio.

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Líder de investigación